Las rosas españolas son carmesí. Zenigata, equipado hasta los dientes, se dirige a España para un arresto que no puede fallar, pero una trampa espera a Lupin y Jigen en Barcelona. Meyer, golpeado varias veces, elige como truco el ingenioso dispositivo de hacer que parezcan enemigos disfrazados entre sí, y así hacer que se maten entre sí. A su alrededor está la sigilosa sombra de una mujer. ¡¿Lupin y Jigen apuntan precisamente al corazón del otro, y las balas salen volando de la boca de sus armas ...?!