Un policía administrativo, Franco Montero, recibe como herencia el cuidado de un medio hermano que él no conocía. Lorenzo Montero, un niño prodigio con un coeficiente intelectual de 200 que cambia su modo de vivir y su trabajo. La inteligencia del pequeño de once años hacen que Franco y su asistente Gustavo Mansilla queden a cargo de la división de homicidios. Deduciendo y explorando los tres resuelven los casos más llamativos.