En el folclore japonés, un 'tsukumogami' es un objeto que ha ganado alma, volviéndose vivo y consciente de sí mismo. Hay dos tipos de tsukumogami: los 'tsugumomo' maduros, que se han desarrollado a través de largos años de armonía con sus dueños, y los aberrantes 'amasogi', espíritus prematuros que solo nacen para conceder los deseos destructivos de ciertas personas. Kazuya Kagami nunca se ha ido sin el obi de su madre después de su muerte. Ya sea en casa o en la escuela, lo mantiene seguro con él en todo momento. Un día, casi pierde la vida cuando un amasogi peluca lo ataca. Cuando todo parece haber terminado, su preciado obi lo defiende y se transforma en una hermosa niña. Se presenta como Kiriha, una tsugumomo propiedad de la madre de Kazuya. Con la llegada de Kiriha, Kazuya entra en una realidad que nunca antes había visto, un mundo con dioses y tsukumogami.