Gabriel es un hombre al que la vida parece haberlo tratado bastante bien. Sin embargo, sufre por un amor obsesivo hacia su vecina Erika, hasta el punto de que todos los días la espía y le toma fotos, y hace un maniquí con su cuerpo. El día del cumpleaños de Erika Wong, Gabriel la invita a su casa y ahí la ahoga con un cojín y le hace una autopsia. La policía investiga la desaparición de su vecina, y Gabriel empieza a asustarse cuando el cuerpo y el maniquí cambian de lugar. Finalmente, el cuerpo de Erika agarra un cuchillo y se lo entierra a Gabriel en el estómago.6