Esta es la historia del mayor intercambio de espías entre Rusia y EE UU desde la Guerra Fría, entre ellos Serguéi Skripal, la víctima del ataque con agente nervioso Novichok en Salisbury (Reino Unido) en 2018. Por parte de EE UU, diez 'ilegales' rusos que, al menos durante una década, se habían hecho pasar por estadounidenses sin ser detectados por sus vecinos, pero sí por el FBI, que los llevaba vigilando durante años. De la otra parte, cuatro espías que fueron liberados de las cárceles rusas.