La historia nos traslada a un mundo donde los robots han llegado a ser tan humanos que es imposible diferenciarlos de no ser por un halo que llevan siempre activo sobre sus cabezas. La interacción con ellos ha hecho que los humanos se distancien entre sí, pero en una recóndita cafetería de la ciudad, robots y humanos pueden mezclarse y tratarse como iguales.