Después de haber trabajado durante cinco años en el bufete fundado por su padre, Kate (Sarah Shahi) llega a la conclusión de que seguir la ley al pie de la letra no garantiza que se haga justicia. Decide entonces desempeñar el papel de mediadora, es decir, solucionar litigios sin llegar a los tribunales. Su problema es que tiene más talento para resolver los problemas de los demás que los suyos. En su oficina de San Francisco, trabaja con su eficiente ayudante (Baron Vaughn) y con su madrastra (Virginia Williams), que es la que dirige el bufete y por la que no siente demasiada simpatía. De vez en cuando recurre a su exmarido (Michael Trucco), ayudante del Fiscal del Distrito, para que le proporcione información.