Hank es avisado desde la residencia de un senador, con una carrera frustrada a la Casa Blanca. Cuando llegan son recibidos por Lucy Everett que les explica que su hijo Kendric acaba de anunciar su compromiso con la universidad de Notre Dame donde competirá por el puesto de quarterback por lo que ha de estar en perfectas condiciones. Quiere que le realicen a su hijo un chequeo para evitar sorpresas cuando pase el examen físico al que le someterán en una semana, ya que sin una salud impecable no le dejarán competir. Lucy Everett tiene en casa un equipo hospitalario completo para que Hank pueda realizar todos los análisis necesarios. Tras los análisis y las pruebas no se presenta ningún problema pero, entrenando en el jardín de casa, Kendric se pone enfermo y se desmaya.