El doctor Hank Lawson tiene una vida aparentemente perfecta. Es un médico con una gran reputación que trabaja en el hospital Ciudad de Nueva York. Pero su vida se convierte en una pesadilla cuando uno de sus pacientes muere. El hospital decide destituirle y su novia le abandona. Para subirle la moral, su hermano le convence de que pasen juntos el fin de semana en Hamptons. Allí consiguen colarse en una fiesta privada organizada por un multimillonario donde Hank atenderá a una joven que presenta síntomas de sobredosis. Tras salvarle la vida, el multimillonario, testigo de su actuación, le ofrece un puesto como médico privado.